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* Generalidades de la audiencia de debate
* Del interrogatorio y sus dinámicas de litigación
* Del contrainterrogatorio y sus dinámicas de litigación
El arte de interrogar y contrainterrogar no consiste en preguntar por preguntar, menos aún en contestar por contestar. Toda pregunta y toda respuesta deben llevar una preparación y planificación previa; además, se debe contemplar su objetividad, finalidad y utilidad para la teoría de quien pregunta.
Como buenos cuestionadores, debemos aprender a diferenciar entre los testigos que sirven para:
a) Acreditar el hecho en sí.
b) Acreditar la responsabilidad penal.
c) Los que sólo tienen alcance como dato o indicio para justificar el inicio de la investigación (policías).
d) Los idóneos para un tema en específico (peritos).
De lo contrario, nos perderemos en el ejercicio excesivo de preguntas a testigos no idóneos cuya finalidad no es la correcta, al mismo tiempo que daremos lugar a las objeciones.
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