Guia para la resolucion de conflictos en las salidas alternas del sistema acusatorio

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Tres años llevó el volver a publicar y es que por una parte justicia oral no fue cualquier libro, en su tinta estaba revuelta la sangre de este autor, fue el conjunto de todas las inquietudes, todas las experiencias que se han tenido en un cuarto de siglo en los juzgados, fue en exceso bien recibido por los abogados y estudiantes de Derecho de todo el país, así que esta entrega no podía ser menos, se debía hacer un esfuerzo por lo menos igual, con la misma pasión, con el mismo entusiasmo y con más “colmillo”. Ya son nueve años de experiencia mexicana en el sistema acusatorio, ya tenemos un Código Nacional de Procedimientos Penales, sí que han cambiado las cosas. Imposible olvidar que al realizar la investigación documental para escribir justicia oral existía un déficit de publicaciones mexicanas que versaran sobre la práctica, ahora muchos autores internacionales toman las legislaciones mexicanas como referencia además de algunas de sus prácticas. Hemos tenido el privilegio de viajar por todo nuestro país y en algunos estados se ha tenido la oportunidad de asistir como abogado defensor a sus salas orales, se ha tenido el honor de debatir con los fiscales aguerridos de Oaxaca, Morelos, Zacatecas, Estado de México, Coahuila y muchos más, se han recorrido las instalaciones de las salas de juicio oral de Tamaulipas, Guanajuato, Chihuahua, Baja California, Yucatán y tantos que son un ejemplo de modernidad y funcionalidad. El país es otro de tres años a la fecha, no se puede olvidar la reticencia de algunos abogados que prevalecía entonces, ahora son todos los abogados los que no sólo están convencidos del cambio sino que se están preparando día a día. Las etapas del sistema acusatorio nos motivan a prepararnos, a capacitarnos cada día más, si no estudiamos seremos cada día menos abogados, diría Couture,1 hemos visto que cada una de las audiencias tiene su parte apasionante y un punto álgido en el que debemos volvernos expertos en el debate y en la argumentación. Hemos notado como en el juicio oral es indispensable conocer a fondo la mayoría de las técnicas de litigación y las formas de interrogatorio y contrainterrogatorio, como muchos autores mencionamos, “el juicio oral es la puesta en escena, es el resultado de los ensayos que fueron las dos etapas preliminares, y sí, el sistema acusatorio y todos los sistemas adversariales van enfocados precisamente al juicio oral, sin embargo éste será muy pocas veces recurrido, lo primordial será precisamente el evitar el juicio, pero eso no es solamente negociar, estirar y aflojar, no, existe una gran cantidad de salidas alternas, bueno no tan grande pero no todas se pueden aplicar para todos los delitos, sin embargo, en todos los delitos, en todos los casos, será posible siempre la resolución del conflicto por una vía alterna”. Si, antes de nuestra capacidad de argumentación, antes de aprender a interrogar y a contrainterrogar, está el aprender a negociar o a mediar, a buscar otra salida que no sea la del juicio oral, “más vale un mal arreglo que un buen pleito” dice un viejo dicho y, sin lugar a duda, la aplicación aquí es muy oportuna. Mediar, negociar, arreglarse, cualquier cosa antes de tener que llegar a juicio, si bien ha estado promoviendo hasta el cansancio el conocimiento de las técnicas de litigación para desenvolverse adecuadamente en juicio, y se ha manifestado hasta el cansancio que debemos estar siempre listos para ese importante debate, también debemos atender la realidad de que el juicio será tan sólo un caso extremo en la resolución de los conflictos de cualquier materia. De nuevo se busca que el lector se vaya sumergiendo en los campos de la vida del abogado, de nuevo se intenta que viva cada una de las emociones que sentimos día con día los abogados que litigamos bajo el concepto del sistema acusatorio, el lector estará en la audiencia, en las negociaciones, y a veces en otros lugares que nos resultarán muy familiares, se trata de comunicarle algunos de esos sentimientos y pasiones que cargamos los abogados en el diario vivir, por esa razón se decidió repetir la fórmula. Este libro busca precisamente mostrarles de una manera sencilla y práctica las principales formas que existen para terminar con un conflicto de manera alterna, como lo hice en mi primer tomo lo intento hacer de manera que el abogado o futuro abogado se pasee por los lugares donde esto sucede, en los escenarios de la vida del abogado, ¿Qué mejor forma de enseñarles que con el ejemplo? Me enseñó mi gran amigo Sergio Yussim que los ejemplos son órdenes no escritas, así que me he visto alegremente obligado a recurrir a mis antiguos casos. Por segunda vez, trato de compartir con el lector mis experiencias tenidas como abogado. Ya tuvimos la suerte de ser de los primeros abogados que convivimos con el sistema acusatorio en México, así que de algo debe servir esta experiencia obtenida a priori. Al igual que en justicia oral, guía para las audiencias del sistema acusatorio, se aplica algo de esa tendencia que se lleva guardada en la conciencia, la vena de escritor, y se trata que la forma en que se van narrando los ejemplos se convierta en una película en la mente del lector, una vez que se intenta explicar cuál es el objetivo y forma de plantear cada una de las salidas alternas, al finalizar se utiliza un ejemplo novelado que sabemos que al lector le parecerá interesante y fácil de entender. Entonces aquí está justicia oral II, guía para la resolución de conflictos en las salidas alternas del sistema acusatorio”, estamos seguros que les parecerá útil para defender los principios de equidad, igualdad y justicia, básicos para nuestra convivencia.
Ediciones Jurídicas LopMon