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Este libro es un cruce de caminos. Transitan los migrantes digitales, los que vieron aparecer toda clase de prodigios tecnoló gicos, tales como el tele fono celular, el fax, la computadora e internet, y que saltaron de la má quina de escribir al procesador de textos, y los nativos digitales, esas nuevas generaciones que llaman al correo electró nico " correo tradicional", que no entienden la existencia sin las redes sociales y que no imaginan un mundo antes de la red o de los smartphones. ; en esta intersecció n entre lo real y lo virtual está la prueba electró nica, derivada del uso de los adelantos en tecnologí a que tienen como primer objetivo mejorar la calidad de vida, pero, inevitablemente, en ocasiones son el medio para cometer algú n delito, como el fraude, la transferencia ilí cita de fondos, extorsió n telefó nica, acoso, amenazas, donació n de tarjetas de cre dito, pornografí a infantil, piraterí a, robo de identidad, pe rdida de informació n, etce tera. ; estas tecnologí as modernas de la informació n almacenan datos y comunicaciones que deben proteger las leyes y, en caso de que constituyan alguna evidencia o indicio en la comisió n de algú n delito, que exista un marco de referencia para su aportació n legal en juicio. ; en el aná lisis del tema resultan especialmente ú tiles los casos referidos (que van desde el acoso en lí nea hasta wikileaks o los atentados del 11-m, en los que las pruebas electró nicas cobran trascendencia). ; la utilizació n de instrumentos electró nicos al incurrir en conductas delictivas requiere de un marco legal que establezca de que manera pueden formar parte en el proceso penal y có mo será n ofrecidos y valorados en el nuevo sistema de justicia.
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