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Esta obra —desde su concepción— pretende ser una lectura accesible e indispensable para quienes sienten curiosidad de adentrarse en el mundo del derecho penal y de la teoría del delito, así como para quienes retoman las ideas estudiadas en los salones de clase y buscan refrescar sus conocimientos con las nuevas visiones del derecho penal moderno, desde luego, con una discusión, si bien simplificada en cuanto a la explicación de los términos utilizados, con gran profundidad en los temas que abordamos a lo largo de estas páginas. Este libro aspira a ser una lectura indispensable para quienes ejercemos, de forma cotidiana, la práctica profesional como operadores del sistema de justicia penal, ahora de corte acusatorio y oral, cuya argumentación se presenta en las audiencias —sin dar lectura a los argumentos—, es decir, respetando la oralidad como herramienta del sistema o principio por criterio jurisprudencial, por lo que es de suma importancia que tengamos perfectamente claros los principios que rigen en materia penal, las teorías a las que podemos acudir para resolver las discusiones, así como los conceptos que forman la estructura del delito y se encuentran en los núcleos de los elementos integradores, para, así, presentar argumentos sólidos que nos conduzcan a soluciones dogmáticas ad casum, causen convicción en el auditorio e, incluso, para que los órganos jurisdiccionales motiven de forma adecuada y congruente las resoluciones y fallos que dicten a lo largo de la secuela procesal. El cambio antes apuntado —sobre los sistemas de justicia penal y la transición de uno de corte predominantemente inquisitivo a uno de corte acusatorio y adversarial—, entre otros, modificó los propios conceptos que ahora abordamos en el sistema acusatorio: ya no hablamos de un cuerpo del delito y probable responsabilidad como núcleo de la resolución del auto de plazo constitucional, ni del auto de formal prisión o de sujeción a proceso, pues se han replanteado bajo nuevas figuras jurídicas, como el denominado “auto de vinculación a proceso” —con claras diferencias con respecto al plazo constitucional y a pesar de su inevitable, aunque equivocada, equiparación—, el “hecho que la ley señala como delito” y de la “probabilidad de intervenir en él”. Si bien dichos conceptos no son el motivo de este libro, necesariamente los abordaremos, desde luego, en contraste con la estructura del delito. Por ello, este libro pretende ser un referente obligado para quienes se encuentran estudiando la materia, como un primer acercamiento a la teoría del delito, partiendo necesariamente de los principios que operan en materia penal, conceptos vigentes con relación a la evolución histórica de las escuelas o sistemas del derecho penal alemán en su etapa moderna. El camino trazado nos llevará a la construcción estructural y actual del delito, aplicable en nuestro sistema de justicia penal, y bajo las causas que anulan o dinamitan cada uno de sus elementos, es decir, los positivos: conducta-típica, antijurídica y culpable; y los negativos: la ausencia de conducta, atipicidad, causas de justificación e inculpabilidad.
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